La historia de Kris: un recorrido marcado por la depresión y la ansiedad

La depresión puede ser como estar en un edificio en llamas y no querer salir. La reacción natural de la mayoría de las personas sería escapar. Pero Kris Corona se quedaría allí atrapado, sin energía ni voluntad para salir.
Así es como describe su batalla con la salud mental. Kris, músico por naturaleza, tiene un diagnóstico de depresión grave y ansiedad.

Cómo pueden sentirse la depresión y la ansiedad
La ansiedad le dice a Kris que él no es suficiente y que nunca lo será. Magnifica cada defecto, cada error, real o imaginario, y los convierte en barreras infranqueables. Algunos días, la ansiedad gana, y se despierta con una amenazante sensación de fatalidad sobre el mundo y sobre él mismo.
"La ansiedad no es solo preocuparse por el tiempo; es esta sensación abrumadora de que no eres suficiente y nunca lo serás. Si me sale un granito en la frente, no puedo salir de casa porque siento que nadie me aceptará por quién soy. Si tengo una reacción exagerada o hago algo que no me gustó sobre mí ese día, siento que no le voy a agradar a nadie tampoco".
Otros días, la depresión toma el control, y no puede salir de la cama. Es un ciclo cruel: la depresión lo deja sin energía, y la ansiedad lo convence de que es incapaz de hacerse cargo de la vida que él ya se siente demasiado agotado para vivir.
"La depresión no es solo sentirse triste; se siente como si estuvieras atrapado en un lugar donde nunca nada será suficiente. Te deja sin energía, mientras la ansiedad te convence de que no puedes manejar la interacción. Es un círculo vicioso". Toda su vida Kris ha buscado maneras de afrontar este círculo.
El recorrido de Kris
De niño, Kris no siempre encajaba y a menudo sentía que tenía algo malo. Ese sentimiento comenzó cuando se burlaban de él sin cesar por no estar en forma en comparación con los niños de su edad. Se volvió retraído, demasiado preocupado por decir o hacer algo equivocado. Se sentía marginado, rara vez quería reunirse o interactuar con las personas. A medida que se aislaba más de los demás, su salud mental empeoraba.
No fue hasta los 13 años, cuando bebió por primera vez, que empezó a cambiar. Al principio se había quitado un peso de encima. Se topó con algo que por fin lo ayudaba a sentirse normal. Hablaba e interactuaba con las personas, algo que rara vez podía hacer antes. Iba de habitación en habitación con facilidad. Bailaba en las fiestas. Siguió con su música y actuó en espectáculos con su banda. Llevaba la vida que llevaría si no existieran la ansiedad y la depresión. Encontró algo para bajar el volumen a lo que sucedía dentro de su cabeza, y así comenzó a consumir sustancias.
Con el tiempo, Kris cambió el alcohol por otras sustancias: cocaína, metanfetaminas, lo que fuera que lo ayudara a huir de la depresión y la ansiedad.
"Los subidones eran realmente altos, y en ese momento, la depresión y la ansiedad se sentían apagadas, como si no estuvieran ahí. Pero cuando estaba sobrio, los bajones eran profundos. Me sentía aislado, aterrado".
En abril de 2021, se despertó en un hospital tras un período de 14 días de consumo; no recordaba cómo había llegado allí. En esos días, alucinó con personas que no existían. Una conversación con el presentador de un programa de entrevistas. Una creciente paranoia de que estaba siendo vigilado. Nada de eso era real.
La psicosis fue su punto límite. Poco después, un amigo lo ayudó a recuperarse, y enseguida se dio cuenta de que sus problemas de salud mental provenían de su pasado y que había llegado el momento de ocuparse de ellos.
Los desafíos y el estigma de la salud mental
Kris creció en una familia donde la ansiedad y la depresión no eran reconocidas, y en algún punto del camino él asimiló la creencia de que los hombres no piden ayuda. "Te ocupabas de tus problemas como un hombre: los escondías o sufrías en silencio".
Según la Anxiety & Depression Association of America, estadísticamente es menos probable que los hombres busquen ayuda para problemas de salud mental en comparación con las mujeres, lo que conduce a infradiagnósticos y enfermedades no tratadas. Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que en 2022, el índice de suicidio entre los hombres fue aproximadamente cuatro veces más alto que entre las mujeres. Aunque los hombres constituyen aproximadamente el 50 % de la población estadounidense, representan casi el 80 % de los suicidios.

Estrategias de afrontamiento
La recuperación, no obstante, le enseñó a Kris algo diferente: pedir ayuda no solo está bien, sino que es necesario. La terapia se convirtió en el motor de su recorrido.
También desarrolló rutinas que funcionaban para él. Iba al gimnasio todos los días y se dedicaba a crear y mantener una comunidad de apoyo.
De hecho, la comunidad ha sido una parte importante de su recorrido de salud mental. A través de su anterior trabajo en Go the Distance, Kris construyó una comunidad de pares y encontró un propósito en ayudar a otras personas que comparten luchas similares. Go the Distance es una organización sin fines de lucro (y socio de CareOregon) dedicada a apoyar a las personas en recuperación a través de la actividad física y la conexión con pares.
"No somos terapeutas, somos pares. Pero, a veces, eso es lo que las personas necesitan: alguien que entienda y pueda acompañarlas".
El afrontamiento no es lineal
Uno de los mayores desafíos al afrontar la depresión y la ansiedad es la constancia. A menudo, la batalla con la salud mental implica volver a empezar cuando las estructuras existentes empiezan a fallar.
Sin esa regularidad, todo en la vida de Kris se venía abajo. No seguir su rutina lo llevaba a pasar días aislado. Se esforzaba demasiado en el gimnasio o recurría a la comida en busca de consuelo. Llamaba al trabajo para avisar que no iría, se reiniciaba e intentaba recuperar el control, solo para que el ciclo se repitiera durante casi un año. No fue hasta que notó que había aumentado 15 libras, había dejado de escribir por las mañanas y llevaba tres meses sin asistir a una reunión de AA que la realidad lo golpeó: ahí estaba otra vez.
"Incluso cuando sucede algo bueno, como conseguir un ascenso, la alegría es fugaz. Me siento bien por un momento, pero luego mi mente se va de inmediato a '¿Cuánto va a durar esto?' Eso es lo que sucede: se siente que la depresión y la ansiedad siempre están presentes. Y lo que funcionó un día, podría no funcionar mañana. El afrontamiento consiste en aprender a lidiar con los días en que falla y seguir intentándolo de todos modos".
Es difícil cuando las herramientas de afrontamiento fallan, pero Kris nunca deja de intentarlo. El día en que se enteró de que iba a ser padre, decidió probar los antidepresivos. Quería asegurarse de hacer todo lo que pudiera para aparecer, estar presente, estable y ser capaz de darle a su hijo todo lo que necesitara.
"Me di cuenta de que necesitaba resolver cosas antes de que naciera mi hijo. No quiero no ser un buen padre".

Hoy es un buen día
Cuando se le preguntó qué consejo tenía para quienes luchan con su salud mental, su respuesta fue que siguieran intentándolo, salieran a la calle, buscaran ayuda y construyeran una comunidad.
"Lo mejor que me ha funcionado es que, independientemente del estado de ánimo en que me encuentre, cuando me cruzo con alguien, le hago un cumplido y eso me anima".
La depresión y la ansiedad funcionan juntas para aislar. Se siente que el mundo puede terminar en cualquier momento. Es increíblemente solitario y cansador, y está marcado por una preocupación constante. A pesar de estos desafíos, Kris se aferra a la esperanza. Reconoce que el afrontamiento siempre será un proceso en evolución, pero está decidido a despertarse e intentarlo cada día, por él y por su futuro hijo. Con sus herramientas (rutina, comunidad, terapia, medicación y la valentía de pedir ayuda), se siente listo para enfrentar el futuro. Ahora, Kris continúa estudiando en Portland Community College y entrenando para la carrera Mountain Lakes 100.
"Me siento esperanzado. Hoy es un día bastante bueno. Tengo preocupaciones: cómo será cuando llegue el bebé, cuál será su nombre, pero no son existenciales. No es algo abrumador. Pero también sé que seguiré reuniendo herramientas para cuando sienta que es el fin del mundo, cuando sienta que estoy en ese edificio en llamas, porque sé que ese día podría llegar. Pero no perdí la esperanza, ese es un buen sentimiento".
*CareOregon trabaja arduamente para garantizar que sus miembros y comunidades tengan acceso a recursos de salud mental de alta calidad.
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